¡Que final de campeonato nos espera el sábado! Sin dudas, el más apasionante de la historia, al menos desde que se impuso este tipo de formato. Si hasta los del SIC se quejaron de la derrota de CASI (los de la zanja creen que el triunfo de San Luis los perjudicó). Entonces vamos por partes: no están tan errados los muchachos de Boulogne en hacer ése cálculo; si SIC (42) derrota a CUBA (48 ), que ya se clasificó, llegará a 47 puntos. San Luis, que tiene una ventaja sustancial en caso de empate con respecto a los dos de San Isidro -les ganó a ambos y eso define ante igualdad de puntos- también alcanzará 47 en caso de ganarle a La Plata, que a su vez llega con igual puntaje y las mismas chances. CASI (42) deberá vencer sí o sí a Alumni (43) para forzar, en caso de que se den todos estos resultados, un despelote -con perdón de la palabra- de novela. Dando por descontada una victoria de Hindú, la cosa quedaría así: 1 º HINDÚ 50 o 51; 2º CUBA 48; 3º San Luis 47; 4º SIC Y CASI con
47 -recordar el empate agónico de SIC en el clásico-, lo que forzaría un desempate por tantos a favor (SIC tiene sólo dos tantos más). Ahora: de esta manera se quedaría afuera Alumni y habría que esperar a ver por cuánto ganan los eternos rivales. En definitiva, los que siempre definen
son los jugadores ¿quién se anima a afirmar que Banco no le tumba la estantería a Hindú? ¿Alguien arriesgaría una derrota de Alumni? ¿Y La Plata? No señores, yo no hago pronósticos, para eso llámenlo a Horangel. Lo que desde estas líneas traté de explicar es por qué una tarde el SIC quizo que gane CASI. ¿Se entendió? Si querés develar la incógnita, poné la 91.3 el sábado a las 15 y enterate...