Con las entradas y la capacidad del estadio del CASI (cabe destacar se amoldó a la perfección a las finales) agotados, sólo restaba saber quien sería el campeón en esta temporada. Ya sabiamos, Hindú lo fue en pre-intermedia y el SIC en la inter (por segundo año consecutivo).
Para muchos se enfrentaban la "mejor defensa" del torneo (Newman) y uno de los dos "mejores ataques" (junto al CASI); por eso cualquiera de los dos hubiese sido justo ganador. Con esa premisa, el partido comenzó con los de Torcuato tratando de ahogar a su rival. Sin embargo, el "Bordó" sumó primero, a partir de un penal de Santiago Piccaluga (a los 8 minutos). Luego, la superioridad del "Tricampeón" fue más que notoria. Mostrando un juego desplegado y buscando siempre apoyos (su clásico estilo de juego), Hindú logró marcar dos tries en el primer tiempo: a los 12' por Francisco Díaz Bonilla y a los 34' Mariano Lorenzetti. Sorprendía la tranquilidad y el control de los conductores del "Tricampeón"; "Manasa" y "Nico" Fernández Miranda manejaron los tiempos, no sólo de su equipo sino también del encuentro. Sumado esto al respeto que impuso su pack de forwards y unos backs desequilibrantes (Belisario Agulla, Francisco Díaz Bonilla, "Chori Senillosa y compañia). Así, el parcial quedaba en 10 a 3, con la incertidumbre en una sóla cuestión: si aparecería la reacción del "Cardenal", y si fuera a tiempo.
Lo cierto es que a Newman le pesó la desventaja que acarreaba desde la primera etapa. Si bien, sólo 7 puntos (try convertido) lo distanciaban de su rival, el "Bordó" se preocupó un poco más por el reloj y defender, que por crear situaciones de riesgo. Similar al inicio del partido, Hindú era superior y a los 15' del complemento ya había marcado su cuarto try: a los 6' Nicolás Fernández Miranda (luego de un arrollador scrum) y a los 15' Juan Ignacio Gauthier (con una gran jugada personal, con sombrerito incluido). Con -en ese entonces- nada que perder, los de Benavidez empezaron a generar posibilidades (se vio el Newman de toda la temporada) y, aprovechando un relax -estratégico- de su contrincante, logró el try del honor; Tomás Basavilbaso culminó una jugada de toda la cancha, a los 32' (convertido por S. Piccaluga). Pero, con 12 puntos en desventaja y a falta de 5 minutos para el final, se veía difícil el triunfo para los de Benavidez. Aún así, el coraje del "León" llevó el juego a territorio rival, sin suerte de puntos, hasta que De Lucca dio fin a la gran final.
Lo lógico, una tormenta amarilla y celeste ingresó a la cancha para festejar con los hacedores de esta gran hazaña, histórica para su club; Pero no ingresó sóla, la gente del "León" también festejó el gran año de su equipo. En cuestión de hinchadas Newman fue el amplio ganador de las finales de la URBA: la hinchada más numerosa, colorida, creativa, con la barra de Lanús presente y, por supuesto, la belleza de su público femenino -con las "Botineras de Newman" a la cabeza- ).
Las conclusiones que dejó un torneo, cada vez más entretenido y popular:
Hindú fue el mejor, superando una etapa difícil (con once lesionados entre titulares) y ganando en el momento preciso. Newman, sin dudas, fue revelación y hubiese sido un justo campeón. El CASI debió haber sido finalista; como dijó el "Chori" Senillosa (vease "La palabra del tricampeón): "Hubo tres finalistas". A la "Academia" le tocó lidiar con la más fea, luego de ser el mejor en el URBA TOP 14 (Zona Campeonato).
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