Hindú demostró, a pesar de algunos altibajos en el torneo -de hecho Puey casi lo derrota el sábado con un jugador menos durante gran parte del partido-, que sigue en lo más alto del rugby de Buenos Aires. Es el equipo con mejor cantera de la Argentina y tiene en su poder a jugadores de la talla de Hernán Senillosa, Horacio Agulla, Manasa Fernández Miranda, Santiago Fernández o Diego Liberato, por citar algunos ejemplos.
Puntos fuertes: sin dudas, la línea de backs es la mejor del campeonato. Aun sin haber contado algunos partidos con Francisco Díaz Bonilla -tryman el torneo pasado-, siempre tuvo reemplazantes de categoría. Si continuó siendo el mejor bloque de tres cuartos durante los más de 70 días en que los Pumas estuvieron embarcados antes, durante y después del Mundial, ni hablar ahora que recuperó a dos hombres claves (que volvieron cargados de roce y entrenamiento físico al más alto nivel) como Agulla -figura en Francia- y Senillosa. Francisco Fernández Miranda suple muy bien la logística de su hermano Nicolás -ausente por haber jugado para Bayone este año- y tiene en Manasa al compañero ideal. La potencia de Hindú es implacable en el juego de manos. Con espacios te liquida.
Puntos débiles: deberá mejor -aunque tiene un buen pack, con una segunda línea interesante- las formaciones móviles, sobre todo el maul, algo que sufrió en varios pasajes del campeonato (recordar, por ejemplo, el partido de arranque del torneo ante Manuel Belgrano, donde casi pierde). Ni hablar de lo que está más fresco, como la derrota con Pueyrredón en la primera etapa zona Campeonato en Boulogne, y el partido del último sábado: los húsares volvieron a complicarle la vida, y con un foward menos -Bútori- le hicieron cuatro tries de maul. Seguramente Pulido y Martínez trabajarán mucho ése aspecto en la práctica del jueves.
En definitiva, los de Torcuato llegarán a Ferro con la responsabilidad de saber que son -siempre en los papeles- superiores a CUBA, pero sin la mochila cargada de presión que tenían un año atrás cuando jugaron la final ante Alumni. ¿Por qué? Muy simple: en las finales jugadas en Newman sabían que no salían campeones por una u otra razón desde 1998, aun siendo siempre protagonistas. En esta oportunidad arriban con la corona puesta, lo que les debería permitir jugar sin aquel factor psicológico en contra. Si a eso le sumamos la combinación de tipos como Solano y Castelli -bastante experiencia en jugar semifinales- y la frescura de los hermanos Agulla, por citar algunos ejemplos, Hindú es firme candidato a quedarse con el triunfo ante Universitario, el próximo sábado en Caballito.
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